
Tras 29 días 13 horas y 53 minutos de avance sobre el mar helado, logramos uno de los hitos históricos más simbólicos del proyecto: el primer Polo Norte Magnético registrado por el ser humano, descubierto por el científico británico James Clark Ross el 1 de julio de 1831. Lo conseguimos a las 02:57 horas del 5 de mayo de 2025, después de completar una de las jornadas más duras y largas de toda la expedición hasta el momento.
“Fue un día extremo. Muy frío y a la vez mágico. Vimos ponerse el sol y amanecer de nuevo en tan solo dos horas y media. El termómetro volvió a marcar -20 °C y la nieve, endurecida por los ventisqueros de compresión, nos obligaba a forzar cada paso. Queríamos alcanzar las coordenadas ese mismo día, para poder descansar al siguiente. Así que empujamos al máximo.”
Durante casi catorce horas —13 horas y 53 minutos, exactamente— recorrimos 25,6 kilómetros arrastrando sus trineos, ya más aligerados, en una maratón polar silenciosa. Al llegar, no había señal alguna. Solo la inmensidad blanca y el frío que los atenazaba. “Nada marcaba ese punto. No había más que nuestra presencia, nuestros pasos sobre el hielo, y un entusiasmo profundo por llegar a una meta tan soñada. Fue un momento para el recuerdo, un logro íntimo para nosostros.”
No hubo celebraciones. Solo un selfie de los tres, abrazados, con la emoción congelada en una mirada de complicidad. No hacíamos historia. Solo la respetábamos.
Alcanzado el Polo Magnético de Ross, cumpliamos la segunda efeméride de las cuatro propuestas en el proyecto Mar de Hielo 2025. Además continuábamos rumbo Sur en la mítica ruta número 4 del paso del Noroeste, siguiendo los pasos de la singladura de la expedición perdida de Franklin —tercera efeméride—.