
Explorando el Paso del Noroeste
La aventura está en marcha. La expedición Mar de Hielo 2025 nos llevará a uno de los lugares más extremos y legendarios del planeta: el Ártico canadiense. En un recorrido de 760 kilómetros sobre hielo marino, enfrentaremos temperaturas de hasta -35°C, en completa autonomía y siguiendo la estela de los grandes exploradores que, siglos atrás, soñaron con abrir una ruta entre los océanos Atlántico y Pacífico.
Un desafío sin precedentes: España y la búsqueda del Paso del Noroeste
Desde el siglo XVI, la Corona española emprendió una de las mayores epopeyas de la exploración marítima: encontrar una ruta que conectara el Atlántico con el Pacífico a través del continente americano. La posibilidad de un paso navegable hacia Oriente impulsó expediciones tanto por la costa este como por la costa oeste del Nuevo Mundo, en un esfuerzo por descifrar la geografía desconocida del continente.
En 1524, Esteban Gómez, explorador al servicio de España, recorrió la costa atlántica de Norteamérica en busca de un estrecho que permitiera acceder al Pacífico, sin éxito. Décadas más tarde, en el otro extremo del continente, Juan de Fuca, navegante griego al servicio de la Corona española, exploró en 1592 la costa de la actual Columbia Británica y describió un estrecho que, según creía, conectaba ambos océanos. Aunque su teoría no pudo ser confirmada, su nombre sigue vivo en el Estrecho de Fuca.
En el siglo XVIII, España reforzó su presencia en el Pacífico Norte con expediciones científicas y de reconocimiento. La expedición de Alejandro Malaspina (1789-1794) y la misión de las goletas Sutil y Mexicana, comandadas por Dionisio Alcalá Galiano y Cayetano Valdés, respectivamente, exploraron las costas de Alaska, descartando la existencia del mítico Estrecho de Anián. Sin embargo, el enigma del Paso del Noroeste persistía, y otras naciones tomaron el relevo en su búsqueda.
La conexión con las expediciones de Franklin, Amundsen y James Clark Ross
Mientras España concentraba sus esfuerzos en el Pacífico, británicos y noruegos continuaron la búsqueda de una ruta ártica hacia el norte del continente americano. Entre ellos, el explorador británico John Franklin, cuya fatídica expedición de 1845 se convirtió en uno de los mayores misterios de la exploración polar. Franklin y sus 129 tripulantes desaparecieron en el Ártico al intentar cruzar el Paso del Noroeste a bordo de los barcos Erebus y Terror. Años más tarde, restos de la expedición fueron encontrados en la isla del Rey Guillermo, revelando las duras condiciones y el trágico desenlace de su misión.
En 1831, James Clark Ross alcanzó el Polo Norte Magnético, un hito en la historia de la exploración polar. Su descubrimiento fue clave para la navegación en el Ártico, marcando un punto de referencia fundamental en el magnetismo terrestre.
Finalmente, en 1906, el explorador noruego Roald Amundsen logró completar la travesía del Paso del Noroeste por primera vez en la historia. Tras años de preparación y aprendizaje con el pueblo inuit, Amundsen utilizó un pequeño barco, el Gjøa, para navegar por la ruta más al sur del Paso, la misma que hoy seguimos en la expedición Mar de Hielo 2025.
Mar de Hielo 2025: Exploración, historia y conciencia ambiental
Siguiendo la estela de estos exploradores, la expedición Mar de Hielo 2025 revivirá el desafío de cruzar el Paso del Noroeste, una travesía de 760 kilómetros sobre hielo marino, con temperaturas extremas de hasta -35°C y en total autonomía. Pero este reto no solo tiene un componente histórico y deportivo, sino que también busca documentar los efectos del cambio climático en una de las regiones más frágiles del planeta.
Esta expedición conecta la historia de la exploración con el presente, mostrando cómo los hielos que un día impidieron el paso de Franklin hoy desaparecen a un ritmo alarmante. Explorar el Ártico es también comprender su transformación y el impacto que tiene en el equilibrio climático del planeta.
Objetivos de la expedición
Más allá del reto físico y logístico, la expedición Mar de Hielo 2025 busca:
- Exploración histórica: Revivir los pasos de los pioneros que buscaron esta ruta durante siglos.
- Conciencia medioambiental: Documentar los efectos del cambio climático en el Ártico, donde el hielo está desapareciendo a un ritmo alarmante.
- Intercambio cultural con la comunidad inuit: Conviviremos con la comunidad de Resolute Bay, aprendiendo sus técnicas de supervivencia y su vínculo con el entorno.
- Divulgación educativa: Compartiremos nuestras vivencias a través de charlas, publicaciones y material audiovisual de la experiencia que acercará la realidad polar al mundo.
Una travesía de resistencia y exploración
El equipo, formado por José Trejo, Francisco Mira ‘Quitín’ y Sechu López, se enfrentará a 42 días de travesía en total autonomía, con un peso de equipo y provisiones que exigirá el máximo rendimiento físico y mental. No habrá asistencia externa. Solo el hielo, la inmensidad del Ártico y nuestra determinación por completar este desafío.
Síguenos en esta aventura
A lo largo de los próximos meses, compartiremos noticias, actualizaciones y contenido exclusivo sobre la expedición. Queremos que formes parte de esta historia. Síguenos en nuestras redes sociales y en www.mardehielo.com para vivir con nosotros cada paso en esta travesía única.
¡El viaje comienza ahora!